La TENSIÓN SUPERFICIAL
Para entender que es la tensión
superficial, primero analicemos los conceptos por separado. Entre los múltiples
significados de tensión, podemos mencionar su acepción como la situación en la
que se encuentra un cuerpo que está bajo la influencia de fuerzas que resultan
opuestas, las cuales ejercen una cierta atracción sobre él. Superficial, por su
parte, es aquello relacionado con la superficie: la apariencia exterior, el
límite o la capa superior de algo.
El concepto de tensión
superficial se emplea en el ámbito de la física para hacer referencia a la
cantidad de energía que se requiere para incrementar la superficie de un
líquido por unidad de área. Dicha energía se necesita ya que los líquidos
ejercen una resistencia a la hora de incrementar la superficie.
En otras palabras, podemos
entender la tensión superficial como una especie de membrana elástica que
dificulta “ingresar” al líquido. Por este fenómeno, algunos insectos tienen la
posibilidad de posarse sobre el agua sin que se hundan.
Algunos ejemplos en los que se
puede apreciar la tensión superficial son los siguientes.
Caminar sobre el agua. Algunos
insectos pequeños pueden caminar sobre el agua porque son tan ligeros que no
consiguen penetrar la superficie del agua.
Jabones y detergentes. ayudan a
limpiar la ropa al reducir la tensión superficial del agua. Su acción hace que
el agua penetre más fácilmente en los poros y las partes sucias de la ropa.
Lavado con agua fría. La
principal razón para utilizar agua caliente para lavar es que la tensión
superficial del agua se reduce a medida que aumenta su temperatura. De esta
manera, el agua se convierte en un mejor agente humectante, que es el que ayuda
haciendo que el agua penetre más fácilmente en otro material o se extienda más
fácilmente sobre su superficie. Si utilizamos un detergente o jabón que permite
reducir la tensión superficial del agua, no será necesario calentar el agua.
¿Te has parado a pensar alguna
vez por qué las burbujas son redondas? La tensión superficial del agua crea la
tensión necesaria para que se formen las burbujas. La pared tiende a minimizar
la tensión de su superficie, lo cual ayuda a que las burbujas adopten la forma
de una esfera.